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Boletin de informacion del 27 de octubre 2014. La polemica en torno a la granja de las 1000 vacas : necesitamos otro modelo de desarrollo, basado en la agricultura familiar y la agro-ecología !
La asociación AGTER coordina una red internacional de personas que intercambian y reflexionan juntas para mejorar la gobernanza de la tierra, del agua y de los recursos naturales. La red pone a disposición de todos una selección de datos y trabaja a la formulación de propuestas y alternativas frente a los grandes desafios actuales. Este boletín trimestral les presenta las ultimas informaciones de nuestro sitio web : www.agter.asso.fr.
Boletín del 26 octubre 2014
por
Jacques Loyat
En Francia, una explotación de cada cuatro se dedica a la producción lechera. Con un rebaño promedio de 49 vacas, dos trabajadores por explotación y 7 empleos inducidos, la granja lechera francesa ha mantenido un tamaño humano, gracias a las políticas agrícolas y de tierras adoptadas después de la guerra. La superficie agrícola promedio es de 95 hectáreas, con un 69% de superficies forrajeras. Distribuidas en todo el país, las explotaciones lecheras participan en el mantenimiento de la economía, del empleo, y también de los paisajes de las zonas rurales.
Sin embargo, desde 1984 y la introducción de las cuotas lecheras, hay una disminución continua y relativamente constante del número de granjas lecheras en Francia. El aumento del nivel de referencia promedio de producción de leche por granja se ha acelerado en los últimos años. El dato promedio de 318.477 litros a nivel nacional en 2010, oculta una fuerte heterogeneidad, la referencia pudiendo alcanzar hasta más de 2 millones de litros en algunas granjas.
¿Hasta dónde esta reestructuración puede llegar? En 2005, las referencias medias ya superaron los 700.000 litros por granja en Dinamarca y en el Reino Unido. En los Estados Unidos, más del 50% de la producción se lleva a cabo en granjas con más de 500 vacas y se han creado muchas granjas con más de 1.000 vacas. El horizonte a partir del cual los rendimientos decrecientes limitarían el tamaño óptimo de las fincas parece alejarse de manera constante.
Es en este contexto en el que hay que situar el proyecto de construcción de una granja de 1000 vacas, que rompe con el modelo francés de la agricultura familiar. El promotor del proyecto es un empresario líder de un grupo del sector de la construcción y de las obras públicas. Él mismo y su familia, propietarios del 100% de la compañía, han sido clasificados por la revista Challenges dentro de las 400 primeras fortunas francesas.
El proyecto es el resultado de una asociación de productores interesados en poner en común sus cuotas lecheras para ir poco a poco constituyendo el futuro rebaño lechero. La finca se sitúa cerca de Abbeville, en el departamento de la Somme. Se trata de un establo para mil vacas, asociado con un edificio para albergar las 750 novillas de reemplazo para el rebaño. El objetivo es el de producir leche a un precio muy bajo, y utilizar el estiércol para alimentar un metanizador para su transformación en gas. El digestato (residuo de la metanización) sería esparcido sobre casi tres mil hectáreas de tierra.
No faltan razones para oponerse a este proyecto. De acuerdo con la Confederación Campesina (n.d.t.: el sindicado agrícola francés en defensa de la pequeña agricultura): este sistema determina una presión sobre las tierras, cuyo resultado es un mercado de la tierra congelado que impide la instalación de jóvenes agricultores. El precio anunciado para la leche producida es de 270€ por tonelada, cuando el precio actual es de alrededor 350 € y que los productores de leche se encuentran en una situación ya de por sí muy difícil. Este nuevo precio haría aumentar aún más la presión económica, haciendo desaparecer muchas granjas que no podrían resistir este nivel de competencia. El efecto sobre el empleo sería negativo: se crearía una docena de puestos de trabajo, mientras que en el sistema tradicional, para un número similar de vacas lecheras, se requieren más de 40 puestos de trabajo. El digestato líquido esparcido sobre los campos de los alrededores podría llegar hasta en el mar por los arroyos y, en particular, alcanzar la bahía de la Somme, un espacio natural que sigue preservado y alberga la reserva natural de Marquenterre. El bienestar de las vacas será ilusorio. Para prevenir las epidemias en un rebaño tan concentrado, se hará un amplio uso de antibióticos y otros medicamentos. La rentabilidad del proyecto depende en gran medida de la ayuda pública: precio subsidiado en la compra del biogás producido por el metanizador; ayudas para la construcción del metanizador; subsidios a la agricultura de la PAC; contratos públicos de recogida de los residuos verdes. Finalmente, en Francia, 2.500 granjas industriales podrían producir tanto como las 75.000 granjas lecheras actuales.
La asociación de vecinos Novissen (acrónimo de “Nuestros pueblos están preocupados por su entorno”) está liderando una campaña contra lo que denomina “la granja fabrica”. Sus argumentos son similares a los de la Confederación Campesina, centrándose, obviamente, en las consecuencias para el medio ambiente, la salud humana y animal.
Nos encontramos en el extremo opuesto a la agricultura agroecológica, en la medida en que esta no se basa en insumos, sino en las interacciones entre todos los organismos vivos que componen un ecosistema. En el caso de la granja de 1000 vacas, sin embargo, la explotación tiene muy poca relación con su medio, los animales en “pastoreo cero” están muy lejos de las condiciones de bienestar y la explotación recurrirá a importaciones masivas de alimentos para el rebaño.
La Confederación Campesina y Novissen han llevado el proyecto ante el Tribunal Administrativo de Amiens, que finalmente lo aprobó. La licencia de explotación se limita por el momento a 500 vacas lecheras, además de unos cuantos cientos de vaquillas. Sin embargo, las instalaciones podrían dar cabida a 1.000 vacas en el caso de que se apruebe la expansión, que dependerá, en particular, del plan de esparcimiento de los residuos agrícolas. Las primeras 150 vacas llegaron en septiembre de 2014 y el primer ordeño ha sido realizado el sábado 13 de septiembre.
El proyecto de la granja de 1000 vacas nos alarma. Es hora en Francia de cuestionar el modelo de desarrollo agrícola que deseamos para el futuro y sobre las políticas agrícolas adecuadas para promoverlo.
Estos cuestionamientos son necesarios en muchos otros países. El Foro Mundial para Acceso a la Tierra (FMAT 2015) tendrá como objetivo de promover el intercambio entre los gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil sobre el acceso a la tierra en beneficio de los pequeños productores y de la agricultura familiar (ver www. agter.asso.fr/IMG/pdf/fm …). Pero también podría ser una gran oportunidad para hablar de la agricultura que queremos en Francia!
Jacques Loyat es miembro de AGTER y honorario de la IGGREF. Investigador asociado en el CIRAD, Jacques Loyat ha estado en el origen del proyecto de Observatorio de las Agricultoras del Mundo (WorldAgricultureWatch), actualmente desarrollado por la FAO. Es autor de varios libros sobre la agricultura y las políticas agrícolas, el último de los cuales es: “Agriculturas del mundo, las preguntas que asustan, soluciones para la acción sostenible”, Ediciones FranceAgricole, 2013.
Varios
La Confederación Campesina llama a movilizarse colectivamente el 28 de octubre 2014, en apoyo a los nueves militantes del sindicado que han sido acusados por los hechos llevados a cabo en el sitio de la “granja-fabrica” de las 1000 vacas y llamados a comparecer ante el tribunal de Amiens este mismo día.
La Confederación campesina denuncia la voluntad de criminalización de la acción sindical que esta acción judicial persigue, dejando a Michel Ramery seguir su proyecto en toda impunidad.
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