En Guatemala, una distribución de tierra altamente desigual heredada de siglos de colonialismo y décadas de dictadura está siendo agravada por una ola de acaparamiento de tierras.
"¡No más desalojos!" nos lleva al valle del Polochic en el este de Guatemala, donde las comunidades indígenas Q’eqchi’ han comenzado a reclamar sus tierras ancestrales y ahora deben enfrentarse a la doble amenaza de la agroindustria y la minería.
Aunque la guerra civil guatemalteca (1960-1996) se acabó, las empresas locales y extranjeras - incluyendo la canadiense HudBay Minerals - propician violencia sobre campesinos indígenas con impunidad, dando a muchos Q’eqchi’s la impresión de que nunca se acabó la guerra.